Santiago de Chile.
Alimentación Natural
En la naturaleza, el animal está diseñado para conseguir su alimento de acuerdo a su morfología e instinto natural, por ejemplo el león, al igual que todos los carnívoros, tienen garras para despresar, dientes para desgarrar, intestino corto, ya que la carne es muy difícil de digerir, y, se relamen frente a su víctima natural, lo que no pasa con los herbívoros, como el elefante, que no tienen garras, sus intestino son largos y sus dientes muelen el alimento, y, por supuesto, sólo son motivados por los elementos vegetales. El carroñero, como los buitres, es el único que come carne muerta no caliente, lo que no debería hacer el hombre.
Los hombres pertenecemos al reino animal, somos por naturaleza frugívoros, con intestino largo, no tenemos garras, no nos relamemos frente a una vaca pastando o a un pollo corriendo, sino que frente a una linda fruta o una rica ensalada. Nuestra dentadura nos permite masticar y moler el alimento. Nuestro instinto natural nos repugna matar a un ser indefenso para comerlo: esa es la ley natural.
Lamentablemente, el no llevar los principios de la ley natural hace que nos enfermemos. Hay civilizaciones y grupos culturales estrictamente vegetarianos que llevan una vida saludable por el solo hecho de alimentarse naturalmente.
Obviamente, lo mejor son los productos orgánicos, alejados de la contaminación química.
ALIMENTOS ORGANICOS: Los alimentos orgánicos son cada vez más consumidos. Sus propiedades y características son inigualables y a pesar de que su costo es un poco más elevado, muchos los están prefiriendo por temas como la salud y la conciencia con el medio ambiente.
Sin duda, muchos de nosotros hemos tenido contacto con alimentos que saben a cualquier cosa, menos a lo que son y con frutas y verduras de tamaños y colores más llamativos, pero no por eso más ricos y atrayentes nutricionalmente.
Estos productos – que para algunos pierden todo su potencial natural – se caracterizan porque en su producción se han empleado algunas sustancias artificiales, las que finalmente contribuyen en estos colores y tamaños que de alguna u otra forma inciden en su sabor y finalmente en la manera en cómo actualmente concebimos la alimentación.
Es por eso que los alimentos orgánicos son una opción que muchas personas están prefiriendo por estos días, esto debido a infinitas razones siendo las más importantes, el respeto por la salud del cuerpo y también por la del medio ambiente.
La ingeniero agrónomo y encargada de proyectos y operaciones de la Agrupación de Agricultura Orgánica de Chile (AAOCH), María Teresa Pérez, menciona que para que un alimento pueda gozar de la etiqueta de orgánico debe cumplir con ciertas características.
Así, afirma que estos productos, que dicho sea de paso no sólo congregan a frutas y verduras, sino que también a otros como vinos, carnes, cervezas, dulces y harinas, entre otros, serán considerados orgánicos “cuando son obtenidos bajo condiciones especiales de producción”, siendo en Chile una prioridad el que cumplan con algunas condiciones que se encuentran descritas en el reglamento de agricultura orgánica de la ley N° 20.089.
Algunas de estas características tienen que ver con la no utilización de “hormonas, herbicidas, pesticidas, antibióticos ni ningún derivado y/o producto de origen sintético no autorizado”, el uso de semillas que no sean transgénicas y en el caso de frutas y hortalizas, “no ser productos homogéneos”, lo que no significa que pierdan atractivo visual.
Frente a la posibilidad de encontrarse con alimentos que son ofertados como orgánicos, pero que finalmente no lo son, la ingeniero comenta que para identificarlos, la manera más segura es a través del logo que los identifica como tal (la ley exige el etiquetado).
También manifiesta que es mejor adquirirlos en los lugares establecidos que se dedican a este tipo de alimentos. “Ya no es difícil encontrar estos lugares, pues además de las tiendas especializadas, también es posible encontrarlos en supermercados o tiendas de venta online que los llevan hasta la puerta de tu casa”, sentencia.
En cuanto al valor nutritivo de estos productos, existe discrepancia en las investigaciones que hasta ahora se han realizado, pues mientras algunos estudios dicen que los alimentos provenientes de estos cultivos son más saludables, otros afirman que los beneficios no serían tan grandilocuentes.
Con respecto a quienes sostienen que los alimentos orgánicos tienen sin duda muchos más beneficios nutricionales, se menciona que estos productos concentran mayores niveles de antioxidantes, esto por sobre otros índices como los hidratos de carbono, proteínas, fibras, etcétera, los que no serían tan diferentes a los alimentos convencionales.
La organización española Ecología y Desarrollo a través de su revista Es Posible, informó que el European Project Quality Low Input Food – que revisa las últimas investigaciones con respecto a este tipo de producciones – reveló que “las frutas y verduras orgánicas tienen hasta un 40% más de antioxidantes que los vegetales convencionales”.
Estos compuestos – flavonoides, polifenoles, glucosinolatos – también fueron corroborados en estudios anteriores, donde se dijo que entre un 10 y un 50% más de ellos pueden encontrarse en estos alimentos. En el caso de la leche, se dijo que puede encontrarse “un 60% más de ácidos grasos saludables, como el Omega 3 y el ácido linoleico conjugado”.
Otros hallazgos tienen que ver con el mayor índice de vitamina C en las hojas de las hortalizas, proteínas en los cereales y un “mayor contenido de materia seca, que en términos relativos significa una mayor concentración de nutrientes por porción de alimento”, entre otros.
Una de las opiniones en este caso antagonistas, puede encontrarse en un artículo publicado por el departamento de salud de Estados Unidos, quienes informan de un estudio británico que anuncia que no se encontró “ninguna diferencia importante en cuanto al contenido entre los productos orgánicos y los tradicionales”.
Si bien es cierto, la mayoría de las personas prefiere los alimentos orgánicos por considerarlos más saludables y porque permiten llevar una mejor calidad de vida, hay otros que también los consumen porque en su proceso de producción, estos guardan respeto por el medio ambiente.
Al respecto de ambos temas, María Teresa Pérez indica que los alimentos que no son orgánicos pueden a largo plazo causar daño en nuestro organismo. En ese sentido, dice que estos perjuicios están relacionados con “su modo de producción”, pues el hecho de utilizar productos sintéticos – los que dejan trazas o huellas en los alimentos – finalmente provoca que no sepamos bien qué es lo que estamos consumiendo.
Por otro lado, la profesional menciona que los trabajadores que están relacionados directamente con la producción de estos alimentos también pueden resultar perjudicados al estar “expuestos a los agroquímicos”, corriendo el riesgo de intoxicaciones que pueden afectar incluso a todo el personal que allí labore.
“En los campos orgánicos eso no sucede, pues más allá de una alergia a algún ingrediente de los preparados, no se registran mayores problemas”, asegura María Teresa, quien afirma además que este tipo de cultivos se caracterizan por “no contaminar con agroquímicos ni los suelos ni las aguas, utilizar menor cantidad de combustibles fósiles – lo que reduce el CO2 liberado a la atmósfera – disminuir el gasto de otros tipos de energía”, etcétera.
La Agrupación de Agricultura Orgánica de Chile
Aglutina a todos los proveedores de productos e insumos orgánicos.
CONSUMO DE FIBRAS: Según los nutricionistas, es importante que el aumento del consumo de fibra diario se haga de forma gradual y acompañado de una mayor ingesta de agua natural (mínimo dos litros diarios).
La forma más sencilla y eficaz de aumentar la ingesta de fibra es incluir en nuestra dieta diaria una mayor cantidad de alimentos ricos en este componente. En esta tabla le presentamos algunas de las mejores opciones, agrupadas por alimentos. La cantidad de fibra viene especificada por cada 100 gramos de porción comestible del producto.
VERDURAS
Ricas en fibra, vitaminas y minerales. Prefiéralas crudas, pues la cocción inhibe el poder de las fibras. Pueden ser verduras de hojas verdes como acelga, espinaca, lechuga, y otras como apio, cebolla y zanahoria.
Alimentos
Espinacas: 6,3
Acelgas: 5,6
Coles y repollos: 3,3
Zanahorias: 2,9
Coliflor: 2,1
Choclo: 9,2
Puré de papas: 16,5
LEGUMBRES
Corresponden a los granos (garbanzos, arvejas, lentejas, porotos, etc.)Déjelos en remojo antes de cocinarlos y no los acompañe con productos que contengan muchas grasas, como es el caso del tocino.
Las legumbres contribuyen a reducir los niveles de colesterol en la sangre y facilitan la digestión. Además de fibras, aportan proteínas, vitaminas y minerales (hierro).
Alimentos
Porotos blancos: 25,4
Porotos secos: 19
Arvejas secas: 16,7
Garbanzos y lentejas: 12-15
FRUTAS
Las frutas frescas son una excelente fuente de fibra, sobre todo si se comen con piel y pulpa. Si las prefiere en jugo, no lo cuele.
Plátanos: 3,4
Pera: 2,3
Kiwi: 2,12
Ciruelas: 2,1
Manzanas y naranjas: 2
Por su parte, los frutos secos son los más ricos en fibra, fundamentalmente lignina.
Dátiles: 8,7
Higos y brevas: 2,5
Higos y ciruelas secas: 17
Almendras y pistachos: 11-14
Avellanas: 10