Santiago de Chile.
Fitoterapia
La ciencia nos aporta una infinidad de hierbas y suplementos que, combinados, pueden ayudarnos a aliviar una gran cantidad de problemas de salud y curar enfermedades.
Desde tiempos inmemoriales el hombre ha tratado de mitigar sus dolencias y prolongar su vida. Este hecho se ha observado desde que existen registros históricos, de civilización en civilización, hasta nuestros días. Aun así, el hombre en pleno siglo XXI no ha podido evitar la muerte limitándose a mitigar síntomas de enfermedades y evitar el desarrollo de otras.
En épocas en que el hombre sólo tenía a su disposición los recursos que el planeta le otorgaba, buscó en éstos las herramientas para disminuir el dolor físico y evitar la muerte. Entre los recursos más aprovechados por distintas culturas a través de la historia, se encuentran los recursos minerales, animales y vegetales. Éstos constituyeron hasta mediados del siglo XX los recursos terapéuticos por excelencia.
Dentro de los reinos de la naturaleza que contribuyen hasta hoy en disminuir síntomas y prevenir enfermedades, destaca el reino vegetal. Las plantas, gracias a su maravilloso y complejo metabolismo, constituyen un verdadero arsenal químico, del cual sólo se conoce con éxito un tercio, considerando la variedad de especies existentes a nivel mundial y aquellas inexploradas hasta hoy, sin considerar aquellas especies ya extintas.
Fue así como cada región del mundo desarrolló su forma de curar a partir de plantas medicinales, que es única y característica, puesto que se utilizaban especies endémicas de las regiones en cuestión. Con el tiempo estas terapias características locales pasaron a conformar la llamada medicina tradicional y al ser preservada por los pueblos originarios fue llamada medicina aborigen o autóctona, existiendo estos términos hasta nuestros días, al igual que las recetas tradicionales o autóctonas que agrupan tanto usos, formas de preparación, administración, dosis, entre otros parámetros farmacológicos modernos.
Paracelso, el padre de la Farmacología Química, médico y químico suizo en pleno Renacimiento, fue el primero en señalar que las propiedades medicinales de las plantas radican en sus principios activos aislables por técnicas alquímicas. Esta observación constituye la base de la Farmacología Moderna. Luego, y gracias al desarrollo de la síntesis química, hombres de ciencia lograron “copiar” núcleos básicos de moléculas exitosas desde la naturaleza para mejorarlas haciéndolas más selectivas y seguras.
Es así como nuestra realidad terapéutica hoy en día, está regida por la química sintética, pero lo que pocos saben es que estas exitosas moléculas que curan no son sino copias mejoradas de sustancias químicas que la naturaleza en forma espontánea creó.
Hoy día y desde hace aproximadamente dos décadas se ha observado un especial interés por el empleo de plantas medicinales en los países desarrollados del mundo occidental. Por ejemplo, en los últimos años, la prevención del cáncer y enfermedades cardiovasculares se ha asociado con la ingestión de frutas frescas, vegetales o infusiones ricas en antioxidantes naturales. Existe una gran cantidad de estudios que sugieren que una mayor ingesta de dichos compuestos se asocia con un menor riesgo de mortalidad por estas enfermedades que incluyen además, la hipertensión arterial, la aterosclerosis y la diabetes mellitus.
Estas patologías son las principales causas de muerte en los países industrializados.
La Fitoterapia es un neologismo empleado por Henri Leclerc, médico francés (1870-1955), en los comienzos de siglo, desde entonces la palabra Fitoterapia es utilizada para designar la utilización de las plantas medicinales con fines terapéuticos, que serviría más tarde para diferenciarla de la forma de curar actual, la medicina sintética o convencional.
En 1980 ya contaba con una definición más acabada: terapia complementaria que utiliza plantas o partes de ellas donde el empirismo de la medicina tradicional se transforma en fundamento científico, en otras palabras a la medicina tradicional o autóctona se la pone a prueba en laboratorios siguiendo el método científico para validar o descartar el uso popular. De esta forma organizaciones e instituciones mundiales se han ocupado de este aspecto y divulgan sus resultados para asegurar el correcto uso, eficacia y seguridad de los recursos medicinales vegetales.
La OMS reconoce la importancia de las plantas medicinales en el tratamiento y prevención de múltiples enfermedades, como también la relevancia a nivel económico al ser una fuente de descubrimiento de nuevas drogas que en algunos casos tiene un costo muy inferior a la síntesis de nuevos fármacos. El regreso del interés científico sobre las plantas medicinales, investigando su riqueza y variabilidad química, ha impulsado una revalorización de su empleo en muchas partes del mundo, representando una forma complementaria de curar, en que el empirismo de la terapia queda atrás en función de la evidencia científica, armonizando la medicina tradicional con las terapias oficiales de cada país.
El concepto de Fitoterapia es uno, pero su desarrollo en los distintos países no es homologable y está influenciado por la riqueza de la flora junto a los aspectos sociales y reglamentarios de cada cultura. Al respecto, cada país ha legislado y maneja el tema de la Fitoterapia según su visión. De esta forma, países como México y Cuba la consideran una terapia tan válida como la convencional y preguntan, incluso, a los pacientes con qué tipo de terapia desean ser tratados.
En el país se consumen anualmente cerca de mil toneladas de hojas de boldo, 500 toneladas de hojas de álamo y más de 50 toneladas de bailahuén. Respecto a los envíos, las plantas medicinales se están consolidando dentro de la oferta agroalimentaria Chilena. En los últimos cinco años, las ventas al exterior de estos productos registraron un incremento de 58%. Sólo en 2007 los embarques sumaron 26 millones de dólares. Los principales envíos corresponden a rosa mosqueta, orégano, quillay, hipérico, vainilla y perejil.
Hoy existen 103 plantas reconocidas por el Ministerio de Salud, cuyo objeto es promover el uso de plantas medicinales registradas y certificadas según el Reglamento del Sistema Nacional de Control de Productos Farmacéuticos del Ministerio de Salud y que se enmarquen en la Política Nacional de Medicamentos. El Ministerio de Agricultura ha trabajado en conjunto con el Ministerio de Salud; con los servicios del agro apoyan el cultivo y la producción de plantas medicinales y trabajan en conjunto con la Asociación Gremial de Yerbateros responsables de aportar conocimientos y experiencia.
El Reglamento del Sistema Nacional de Control de Productos Farmacéuticos considera como medicamentos herbarios tradicionales las plantas o partes de plantas, envasadas y etiquetadas artesanalmente y rotuladas con la denominación utilizada por la costumbre popular en el ámbito de las tradiciones culturales nacionales Chilenas, el objetivo es que su venta y distribución estén permitidas sólo con la previa autorización del servicio de salud competente.
Don Silvio Rozzi Sachetti, citado en esta página entre los Connotados Naturistas, era químico farmacéutico y un gran conocedor de las propiedades salutíferas de las plantas medicinales que recomendaba entusiasmadamente a las personas que concurrían a consultarle. Tuvimos la maravillosa oportunidad de conocerlo y recurrir a sus valiosos conocimientos.